viernes, 1 de marzo de 2013

Todos tenemos un pasado...



El otro día hablando sobre la firma o no de las fotografías con mi amigo, experto en amaneceres, Javi Romero, me vino a la cabeza un texto muy interesante que otro amigo, Carlos Clavería tuvo a bien escribirnos para el tríptico de la primera y supongo que última exposición que hice, hace ya demasiados años, a tres bandas con otros dos amigos, y artistazos: Enrique Alonso y Valentín Ferrero. y ¡¡¡ qué puñetas !!!, como he visto que el texto estaba realmente bien, y la otra colaboración escrita, la de mi hermano, también, pues oye, las pongo aquí, junto con algunas fotos de la expo. Porque todos tenemos un pasado.

Texto de Ramón Escolano:

"¿Qué decir de estos tres personajes que no se haya dicho ya? ... ¿O que sí se haya dicho? Prefiero no abundar en las miserias de este trío de holgazanes, que pretenden ganarse la vida sin trabajar “como Dios manda”.

Me centraré, pues, en el título que le han dado a esta exposición: Serendipia. Con un par: Serendipia. Lo primero que me viene a la cabeza al escuchar esta palabra es una tribu: “Esta noche, en National Geographic: Los Serendipia. Una tribu de caníbales vegetarianos.” Lo siguiente una enfermedad tropical: “¿Te vas al Amazonas? Te habrás vacunado contra la Serendipia, ¿no? Que el Ébola a su lado es un juego de niños...” Pero no, resulta que no tiene nada que ver con esto. La Serendipia, según me han informado, sería la fortuna de, mientras buscas una cosa, encontrar otra totalmente distinta, mejor y de forma inesperada. Es lo que suele pasar cuando buscas algo en Internet, siempre sueles dar con una página porno, mucho mejor y más interesante que la que tenías en mente buscar sobre mitología griega... Aunque en este caso, quizá, el problema estribe en haberle facilitado al buscador los siguientes términos: griego, ninfa...

Pero es algo que pasa. Por ejemplo si le buscamos el significado a alguna de las cosas que van a ver en la exposición (o que han visto ya, dependiendo de si han preferido leerme a mi antes, o después). Esa foto de las manos de un niño. Qué ternura, ¿verdad? Inspiran suavidad, caricias, amor... Pero, ¿qué pasaría si, mientras está observando la foto, suena de fondo la canción: I Don’t Like Mondays? Una canción que relata un caso real, de una niña que mató a toda su familia porque un lunes no quería ir al colegio. A lo mejor, esa misma foto, nos inspira miedo, inquietud. Puede que miremos a nuestro pequeño con otros ojos, incluso.

Este podría ser un ejemplo de Serendipia. Seguro que, viendo esta exposición, ustedes encuentran muchos más, a poco que se lo propongan. Están ahí, esperándoles. Con ganas de sorprenderles cuando menos se lo esperen. Eso es la Serendipia: un encuentro inesperado de algo sorprendente. Y eso es lo que a buen seguro les pasará. Ustedes han venido buscando canapés y se encontrarán con una exposición que sorprende por su belleza."
















Texto de Carlos Clavería:

"Me vas a gastar de tanto mirar — dijo la bella desdeñosa. Frase esta lapidaria y de difícil respuesta cuando te reconoces poco agraciado y en ese momento intuyes que tu boca se esfuerza por no babear.
Imagino que pasada la desazón y, posiblemente, algunos años, algún avezado, y sin duda aludido, fue a parar con aquello que vino a llamarse “teoría cuántica”, que a fin de cuentas viene a decir que la mera observación transforma la realidad, corroborando así que feos y feas se desgastan menos. 

Todo este preámbulo gratuito viene a decir que no hay mirada inocua y que nada de lo ya visto permanece inmaculado.Lo que ahora vais a ver quedará trasformado cuando os hayáis marchado, no importa si a escala subatómica o simplemente en los jirones de vuestra memoria. Entre trazos de pigmento o a golpe de fotón encontrareis una obra fruto de observadores inquietos. Personas que dan poco por hecho y mucho menos por masticado. En un mundo donde se pretende que cada historia sea contada hasta el final, es difícil encontrar una propuesta de páginas blancas y puntos suspensivos.Disfrutad pues de esta obra de fotogramas, veladuras, compases y silencios que no paran de recordarte que tu mirada, de inocente, tiene poco."



No hay comentarios:

Publicar un comentario